¿Por qué es importante saber “quién paga la transferencia de un coche”?
Cuando hablamos de quién paga la transferencia de un coche nos referimos a la persona que asume el coste del trámite de cambio de titularidad en Tráfico. Este gasto no es solo una formalidad, sino una garantía legal para ambas partes. Si no se realiza correctamente, el vendedor podría recibir multas, impuestos o incluso reclamaciones por incidentes en los que no ha participado. Por otro lado, el comprador necesita que el coche figure a su nombre para poder contratar un seguro, venderlo en el futuro o simplemente circular de forma legal. Por eso, tener claro quién asume este coste desde el inicio de la negociación es esencial para evitar problemas posteriores.
¿Quién paga la transferencia de un coche por norma general?
En la práctica habitual, el coste de la transferencia lo asume el comprador. Esto se debe a que es él quien obtiene el beneficio final de que el vehículo quede registrado a su nombre. Sin embargo, la legislación no impone una norma estricta al respecto: se trata de un acuerdo entre partes. En algunas operaciones, especialmente cuando el vendedor quiere cerrar la venta con rapidez o añadir valor a su oferta, puede proponer pagar él mismo el trámite. También es posible que se repartan los costes, aunque esta opción es menos común. Lo importante es que el acuerdo quede por escrito en el contrato de compraventa para evitar malentendidos.
Coste promedio de la transferencia de un coche
El precio total de transferir un vehículo depende de varios factores: las tasas oficiales, los impuestos y, en caso de recurrir a profesionales, los honorarios de la gestoría. Las tasas de la DGT para 2025 rondan los 55 a 60 euros para turismos. A esto se suma el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que varía según la comunidad autónoma y el valor venal del coche (aproximadamente entre el 4% y el 8%). Si se opta por una gestoría para agilizar el proceso, el coste adicional suele estar entre 80 y 150 euros. En total, el gasto final puede oscilar entre 150 y 300 euros dependiendo de la situación.
¿Puede el vendedor pagar la transferencia?
Sí, el vendedor puede asumir el pago de la transferencia, aunque no sea lo más común. Esta práctica es frecuente en operaciones con concesionarios o compraventas profesionales, ya que incluir el trámite en el precio final mejora la experiencia del cliente y agiliza la entrega del vehículo. También es habitual cuando un particular quiere desprenderse del coche de manera urgente o competir en un mercado saturado. En estos casos, el vendedor puede presentar la asunción de este coste como un valor añadido para atraer al comprador y diferenciarse de otras ofertas.
Documentos necesarios para la transferencia
Para que el cambio de titularidad sea válido y seguro, es imprescindible contar con la documentación correcta. Entre los documentos más importantes se incluyen: contrato de compraventa, DNI o NIE de comprador y vendedor, ficha técnica y permiso de circulación del vehículo, justificante del pago del ITP y comprobante de haber abonado la tasa de la DGT. Además, conviene conservar una copia de todo el expediente por si surgen reclamaciones o consultas posteriores.
¿Qué pasa si no se realiza la transferencia?
No efectuar la transferencia correctamente puede tener consecuencias graves. El vendedor podría recibir multas por infracciones de tráfico cometidas por el comprador, notificaciones de impuestos no pagados o incluso verse involucrado en accidentes en los que ya no tenía control sobre el vehículo. Para el comprador, no tener el coche a su nombre puede suponer la imposibilidad de contratar un seguro, vender el vehículo o realizar gestiones básicas como pasar la ITV. En definitiva, omitir este trámite genera riesgos legales y económicos para ambas partes.
Consejos para evitar problemas en la transferencia
- Dejar el acuerdo por escrito en el contrato de compraventa, indicando claramente quién paga y cuándo.
- Realizar el trámite lo antes posible para minimizar riesgos de multas o sanciones.
- Usar una gestoría si no se conoce el proceso, ya que puede evitar errores costosos.
- Verificar el historial del vehículo para comprobar que no existan cargas, embargos o multas pendientes.
Alternativa rápida: comprar o vender en concesionario
Una de las formas más cómodas y seguras de gestionar la transferencia de un coche es realizar la operación en un concesionario. Muchos incluyen este trámite en el precio de venta, lo que evita preocupaciones al comprador y garantiza que todo se haga conforme a la ley. Si buscas opciones en la provincia de Málaga, puedes acudir a un Concesionario en Vélez Málaga, un Concesionario Citröen en Vélez Málaga o un Concesionario Peugeot en Vélez Málaga. En todos ellos, los profesionales se encargarán de la documentación y del cambio de titularidad sin que tengas que desplazarte a la DGT.
Conclusión
En la mayoría de las compraventas de vehículos, el comprador paga la transferencia, aunque la ley permite que el vendedor o ambas partes se repartan el gasto si así lo pactan. Lo más importante es dejar constancia por escrito y realizar el trámite de forma rápida para evitar riesgos. Conocer el coste, la documentación necesaria y las posibles alternativas ayuda a que la compraventa se desarrolle sin contratiempos. Si quieres seguir aprendiendo sobre el mantenimiento y los cuidados de tu coche, puedes leer nuestro último blog: «No me abre el coche con la llave ¿Qué puedo hacer?«.